Según uno de los mayores expertos brasileños en comercio, «la geopolítica es la nueva globalización y nos da otra oportunidad”

Marcos Prado Troyjo es economista, diplomático, académico y se desempeñó como presidente del banco de los BRICS, el acrónimo que sintetiza la unión de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Según uno de los mayores expertos brasileños en comercio, «la geopolítica es la nueva globalización y nos da otra oportunidad”
Según uno de los mayores expertos brasileños en comercio, «la geopolítica es la nueva globalización y nos da otra oportunidad”

Se lo considera uno de los mayores expertos brasileños en globalización, desarrollo y transformación económica. Prado Troyjo fue uno de los panelistas del foro de abeceb, el último martes. Allí, ante unos 600 empresarios en el Faena Art Center, dejó varios mensajes acerca del nuevo escenario global.

Sorprendió al contar el volumen de negocios que existen entre Brasil y China, donde cada 50 horas ambos países movilizan US$1.000 millones.

Y sostuvo que el mundo ha pasado de una globalización intensa a una geopolítica intensa.

Cuando se le preguntó sobre los acuerdos de Lula con Trump que morigeraron los altos aranceles que aplicó Washington a los productos brasileños, señaló:“Hubo torpeza por parte del gobierno de Brasil cuando se inclinó por la candidatura de Kamala Harris y no había química entre los dos presidentes. Pero hay mucha inversión de Estados Unidos en Brasil y fueron los presidentes de las multinacionales que hablaron con Trump para que se llegara a un entendimiento”, contó a Clarín.

Este diario lo entrevistó tras su disertación sobre el papel que desempeña Brasil como motor de crecimiento en la región en medio de la tensión entre las potencias.

—Brasil es un socio estratégico para Argentina, ¿qué oportunidades ofrece?

—Tenemos que ponerlo en contexto en función de lo que pasa con China y Brasil, y en alguna medida lo que puede pasar con Argentina. Todo está relacionado con la emergencia de Asia que se da de una manera muy diferente del pasado. En términos de poder de compra, China ya es más grande que Estados Unidos. Pero hasta ayer en términos históricos, en 1997, la economía de Brasil era más grande que la de China. En 2001, todo aquello que Brasil exportaba a China y todo aquello que China exportaba a Brasil, sumaba US$1.000 millones. Hoy, la suma de todo lo que Brasil exporta a China y que importa de China son US$ 1.000 millones cada 50 horas.

—¿Eso implica una alta dependencia de la economía brasileña de la China?

—Hoy de cada 2 dólares que Brasil exporta, 1 va a Asia; de cada 100 dólares que Brasil exporta, 32 van a China. La emergencia de Asia y de China crea para Brasil una ventana de oportunidad. Hoy Brasil exporta a China 140.000 millones de dólares al año. Y es un comercio superavitario para Brasil. La pregunta en nuestro caso es qué se hace con los excedentes.

—¿Y qué hacen?

—Muchas veces van a un Estado que es muy costoso en vez de aumentar, por ejemplo, la parte del PBI que va a investigación, desarrollo e innovación que es hoy es la cuestión fundamental.

Donald Trump y Lula

—¿Pero dónde está la oportunidad para Argentina en su comercio con Brasil?

—Cuando los consumidores que vienen muy de abajo mejoran sus ingresos, lo que hacen con ese ingreso adicional es comprar comida. Estamos en medio de una revolución calórica, una revolución nutricional, y eso significa, por tanto, una oportunidad extraordinaria para países como Brasil y Argentina, que pueden acumular grandes excedentes comerciales y que deberán utilizar para diversificar su economía incluso en sectores intensivos en tecnología. Esa es la oportunidad.

—Usted fue presidente del banco de los BRICS, ¿es un error que Argentina haya renunciado a ese bloque de países?

—Si pensamos en el multilateralismo financiero, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Europeo de Desarrollo, toda esa familia, es una orquesta de músicos financieros multilaterales y todo lo que aprueban esas instituciones juntas al año representa como 5 o 6% de todo aquello que se considera necesario para infraestructura en el mundo sostenible, en el mundo emergente. Es poco. Entonces tener una institución donde se puede organizar capital de largo plazo, a costos bajos como el banco de los BRICS, es una buena cosa. Estuve allí hasta 2023 y el conjunto de todo lo que se había aprobado en ocho años eran US$35.000 millones. No es mucho, pero en algunos casos ese tipo de inversión también juega el rol de lo que se llama un capital semilla, el primer inversionista que va a atraer otros inversionistas que pueden ser fondos soberanos, bancos de inversión. No va a cambiar el mundo, pero ayuda a mejorar. Pero lo que cambió mucho fue la idea de BRICS como élite de la economía global. Surgió la idea del sur global, entonces invitaron Etiopía, a Egipto, Irak que es el país más sancionado del mundo, y se convirtió en algo distinto.

—Kristalina Georgieva dijo que la incertidumbre es la nueva normalidad…

—John Kenneth Galbraith publicó en los años 80 un libro que se llamaba La era de la incertidumbre y hace exactos 20 años Thomas Friedman publicó un libro que se llamaba La tierra plana, que mostraba un mundo globalizado. Hemos salido de un mundo intensivo en globalización para ingresar en otro intensivo en geopolítica. Hoy es muy importante comprender que hay dinámicas micro geopolíticas. Y dinámicas macro geopolíticas. Estamos pasando por un área de turbulencia muy especial, la ‘Trump-bulencia’. Estados Unidos está en un momento muy fuerte. De las 10 mayores empresas del mundo, 9 son americanas. Hay opulencia, pero también incoherencia en política comercial.

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