En Australia, una mujer fue acusada de envenenar a tres familiares y provocar su muerte durante una cena. Luego del hecho, Erin Patterson confesó que antes había buscado en Internet si los “hongos de la muerte” crecían en su país.

“Recuerdo que en algún momento quise descubrir si las setas de la muerte crecían en Gippsland, y descubrí que no lo hacían”, precisó la mujer de 50 años ante un jurado que la indagó en el tribunal de Morwell.
Patterson finalmente fue condenada por asesinar a tres familiares de su exesposo, Simon Patterson -sus padres, Don y Gail Patterson, y la hermana de Gail, Heather Wilkinson- al servirles un plato de ternera con setas de la muerte en su casa de Leongatha.
Erin Patterson en Melbourne, Australia, custodiada en una audiencia judicial. (Foto: EFE)
Para lograr encontrar la causa de la tres muertes fue vital la investigación que encabezó la fiscal Nanette Rogers, quien presentó como pruebas las búsquedas que la asesina realizó en su computadora.
“No recuerdo hacerlo. Es posible que fuera yo”, dijo Patterson sobre esta búsqueda de información sobre el hongo letal. Más tarde agregó que “en algún momento” quiso “descubrir” si crecían en la región en la que vive.
La Fiscalía, en su acusación, sostuvo que la australiana utilizó hongos venenosos en la preparación de la cena. Las víctimas fatales comenzaron a sentirse mal una vez que terminaron de comer la carne, que estuvo acompañada por un puré de papas y verduras.
No todos los hongos son letales: muchos son comestibles. Imagen del sitio cucinare.tv
Los informes de toxicología indicaron que Patterson habría usado amanita phalloides, también conocida como oronja verde u “hongo de la muerte”, uno de los más letales, en la comida que les preparó a las víctimas.
En el juicio, sin embargo, Paterson negó su culpabilidad y alegó que accidentalmente incluyó los hongos venenosos y que luego decidió esconder la verdad por el temor que sintió.
Ian Wilkinson, el esposo de Heather, también estaba en la cena y se enfermó gravemente luego de ingerir los alimentos, pero sobrevivió tras permanecer varias semanas internado en el hospital.
La historia detrás del múltiple asesinato
Los medios australianos relataron que Patterson resultó beneficiaria de dos herencias: una de su abuela y otra de su madre. En 2006, cuando su abuela murió, Patterson recibió dos millones de dólares, los cuales se le fueron entregando a lo largo de los años.
Retrato de la mujer acusada de triple asesinato. Foto: Reuters
Durante el juicio por asesinato, el tribunal descubrió que Patterson utilizó la herencia para otorgar préstamos sin intereses a los hermanos de su esposo, quienes usaron el dinero para comprar propiedades.
Al parecer, los préstamos no fueron pagados en su totalidad y Patterson tomó la cruel decisión de asesinar a las víctimas con los “hongos de la muerte”.
La Justicia le prohibió vender su casa
A Erin Patterson, condenada por el triple homicidio de sus familiares, se le prohibió vender su casa en Leongatha.
La vivienda, donde sirvió el plato de carne envenenado, fue embargada por orden del Tribunal Supremo.
La medida tiene como objetivo preservar la propiedad para futuras reclamaciones de indemnización por parte de las víctimas, que se estima superarán los 20.000 dólares.
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